Cuando llegue el fin, recuerda grabar por dentro el último destello de sol, colado y rayado a traves de las extrañas nubes, remolinos de vapor. Recuerda agradecer cada punzada en el corazón porque quizá ya no lo necesitas más.
Cuando llegue el fin aferra entre tus dientes las últimas palabras, no grites ¨amor¨, no pidas redención, deja a tus ojos entonar mil himnos y mantén firmes los pies, haciendo mella en el suelo quebradizo.
Cuando llegue el fin, recuerda que él estuvo allí y que sus manos desplegaron mil gracias. Empaca ese último aliento en un suspiro, retén un último por qué y repasa el iris de todos esos ojos que una vez amaste...
Luego vendrá un segundo de silencio... para el estruendo que vendrá, con la tierra abierta bajo tus pies, con el mundo entero esperando solo por si mismo, extiende las manos al cielo y déjate caer.
pD: allí estaré
pD: allí estaré
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