¨porque el mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero¨ La Maga.

domingo, 20 de febrero de 2011

Las noches...las noches suelen ser oscuras y hermeticas, suelen ser cantos silenciosos resonando detras de mil velos, por un pasillo arcaico, lleno de remembranzas.

Las noches suelen ser tranquilas y guardar bestias aullantes que estremecen a los oídos dormidos y a las almas calmas, donde se develan todos los sueños de los niños y los hombres con mayor presteza y temor.

Las noches suelen estar llenas de magías inhumanas, enajenantes de la raída senda de los malos mortales, suelen ser una tranquila invocación a la muerte...


Esta noche no estás y te tengo marcado por todas partes. Me has traído calma y me has hecho estremecer a cada paso, si camino entre las calles grises de esta ciudad tan vacia, tan ignorante, tan indolente, tan petulante, ciudad al fin y al cabo, no me encuentro con otra cosa que el ruido sordo de mi sangre clamando por tu nombre, gimiendo en sus lagunas por una gota de tu silencio, derramandoce sobre sí misma frenéticamente para llamar la atención de los astros tan lejanos, tan luminosos, tan ignorados, tan indolentes... buscando la luna para que me recuerde tus ojos y me deshaga los nudos de carne que se me forman entre tendón y tendón.


Esta noche, con su viento frío arropandome de mi, no se vasta sola para aullentarme los temores, y por eso, hermana mía, te pido que vengas a mi ventana, que me arropes en tu abrazo y me beses con silencio, que me hagas olvidar el nombre impuesto, que me des uno nuevo, que me enseñes a cantar con lagrimas de sangre y tañir de purpuras cuerdas, que no me dejes solo y seas mi escapulario para ullentar a los demonios y las bestías que dentro de mí aullan y se revuelcan intentando deshacer los velos de tu noche.

jueves, 17 de febrero de 2011

Alquimista infame.

Ese que da las gracias investidas, la inspiración requerida,
aquel lamento preciso y desesperado ,
aquel violento aullido que conmueve los rojos tejidos,
que estremece las lagunas de la sangre,
que las llaman a la rabia e invocan el llanto,
es ese el difamado: el hacedor infierno
Me he buscado desde siempre y conmigo, he esperado encontrar un sentido que me justifique y sea más grande, no solo que el vacío sino, que las decepciones. Siempre obsesionado con el concepto de verdad, la belleza que habría de probarlo iba apareciendo ante mis ojos mientras yo neciamente y sin poder evitarlo me prendaba de su belleza y abandonaba mi suerte y mi consciencia a sus brazos.

Creo que en un principio fue la lógica quien me dio la confianza en la palabra, ya sumida en su esperanza me vi crecer, tambalear y caer en un fangoso sin sentido de donde apenas vislumbro salidas fugaces y que no me alcanzan nunca a traer la libertad.
En medio de ese fango y para no dejar morir las esperanzas invoco cada que puedo, palabra por palabra, todos los infantiles sueños y las quizá no tan vanas ilusiones que, o bien viene del mundo o la fantasía como espíritu vivo hace arder la palabra justificando en ella mi existencia y, para mi cansada alma quizá más importante, dándole permanencia a todo aquello que en el mundo aparece tan dolorosamente fugaz.
Cómo hago para justificar mi ausencia
cuando mis razones me subyugan, me son ajenas.
Como viajante incompleto camino y tú has aparecido a mi lado,
sin embargo el viento y las piedras soplan y caen ambos
sin merced o consideración de nuestros lamentos
ya hemos olvidado, querida bruja, nuestro grimorio completo
y sin todos los encantamientos en la lengua a penas y nos queda
aquella magia negra, azul, sola, la de la tinta, la del poeta.

Un-aleatory noises

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