cuando mis razones me subyugan, me son ajenas.
Como viajante incompleto camino y tú has aparecido a mi lado,
sin embargo el viento y las piedras soplan y caen ambos
sin merced o consideración de nuestros lamentos
ya hemos olvidado, querida bruja, nuestro grimorio completo
y sin todos los encantamientos en la lengua a penas y nos queda
aquella magia negra, azul, sola, la de la tinta, la del poeta.
1 comentarios:
Mil veces doy las gracias por la magia que aún nos queda, pues al final del camino algo más algo nos lleva muy lejos.
Por lo menos entre nuestros brazos llevamos el momento y si tenemos que seguir creciendo, pues que nuestros niños dejen ya de hacerlo.
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