Para amarte, Buenos aires, no hay que embriagarse entre la densidad amena de las noches de tus bares.
Para añorarte Buenos aires, no hace falta dormir sobre tu otoño, entre los perfumes de tus flores.
Para extrañarte Buenos aires, no tiene uno que pisar la piedra fría, el invierno de tus calles, de tus parques.
Ni para desearte hay que haber llorado sobre un hombro gaucho ni haberse perdido entre las faldas de tus mujeres.
Para soñarte y escribirte, no tuve que recorrer admirado el recinto de tus muertos, ni haberme inspirado recostado en el blanco mármol de sus últimos y estéticos enseres.
Para amarte Buenos aires solo tuve que soñarte deslizando por el diapasón marrón, oírte escurriendo por las cuerdas de ese piano y aspirar del polvo añejo y acongojante de su viejo bandoneón…
Para amar a Buenos aires solo me hizo falta morirme arropado por la arena de esa garganta ronca, por la melodía de su tango; de mi tango tan ajeno, tan hermoso!...
Para añorarte Buenos aires, no hace falta dormir sobre tu otoño, entre los perfumes de tus flores.
Para extrañarte Buenos aires, no tiene uno que pisar la piedra fría, el invierno de tus calles, de tus parques.
Ni para desearte hay que haber llorado sobre un hombro gaucho ni haberse perdido entre las faldas de tus mujeres.
Para soñarte y escribirte, no tuve que recorrer admirado el recinto de tus muertos, ni haberme inspirado recostado en el blanco mármol de sus últimos y estéticos enseres.
Para amarte Buenos aires solo tuve que soñarte deslizando por el diapasón marrón, oírte escurriendo por las cuerdas de ese piano y aspirar del polvo añejo y acongojante de su viejo bandoneón…
Para amar a Buenos aires solo me hizo falta morirme arropado por la arena de esa garganta ronca, por la melodía de su tango; de mi tango tan ajeno, tan hermoso!...
Amor… y si nos vamos a morir a Buenos aires?
2 comentarios:
Buenos Aires!
Hermosa Buenos Aires...!
La música hace estragos, completamente, de cualquier forma, pero por mi parte, usualmente terminan bien.
Palabras hacia una ciudad, hacia un lugar... pero más que eso, una belleza, una esperanza, una sensación, un pensamiento, una esperanza, una vista de un futuro, una sonrisa antes de que se cierren los párpados con el último cansancio, el último peso, que no entristece sino que embellece.
...A morir a Buenos Aires...
Cuando en aquel momento estuve de aquí para allá, de París a Madrid, de Berlín a Barcelona, de Medellín a Buenos Aires, dueña de un par de vitrales.
Hoy se me alborota la melancolía... Porque se acerca mayo y tras este llegan junio y los hermosos días.
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