Ojala que supieras jugarle una buena pasada al mundo
negando de una vez la brumosa constitución de las mentiras.
Imploro mudo, como me encuentro por que alcancen tus ojos a brillar lo suficiente
para limpiarte a ti tanto como lo hacen por mí.
Quiero que vengas a mí, que llores, te laves… y sonrías otra vez.
Quiero q vengas a mí y no me hagas dudar
más con visiones terribles de mundana humanidad.
Quiero que nades entre las nubes y pintes nuestro cielo de azul,
que el rojo que muchos libros nos enseñaron a rasgar,
se disuelva tanto en el azul que ya no nos haga desangrar mas;
que cada respiro, con humo o sin el, nos mantenga serenos, tranquilos, altivos, perdidos, introspectivos… y tiernamente juntos.
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