¨porque el mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero¨ La Maga.

martes, 1 de marzo de 2011

Mis ojos que son ciegos, que más no lo sean, ay mi luz, que ya no lo sean. Que con el respirar raído he buscado en tus vientos mi aliento, que en salmodias he buscado un santuario de letras para tu cuerpo que guarda tus miradas y sueños.

Maldición de la palabra corta, de la lengua torpe y yo os extraño y no alcanzo a cortarte la piel y destilarla en ajenjo. Si me desgarraran de una vez más que la piel el tiempo y cada segundo se desangrara fuera de mí y regara las santas plantas... Sí. Más valdrá el rojo carmín de la rosa, la grana y el clavel que las injurias, errantes de miseria, entre mis pasos.

Allí en lo alto, ángel que esperas, que velas, trae en buena hora la noche eterna a mis parpados, el silencio a mis labios y libra a mis queridos de mi lacerante abrazo.

Calle abajo, arrabal de blancos, legado del caído y seductor, de bello rostro y blancas manos, de poemas dulces y sangre embriagante, callé abajo, se van rodando, pero nada de lamentos: sabrás que son segundos que son respiro y son tuyos y tú, tú que eres tiempo y olvidas ve a cincelar la lápida y tal vez, al final, dejes un mejor recuerdo.

Que no sean mentiras, que sea un canto ajeno a la miseria del mundo, testimonio eterno de la divinidad que ya no bebo.

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