evidencias y gritos de desesperanza hacen mas agudo el aguijón de los días y días… pero hay noches que vienen con una brisa, hay lunas que alumbran y se visten de mantos llenos de discretas lentejuelas que brillan con una esperanza incierta para los ojos de los cansados y de los niños.
Soñar de aquí para allá, cuando sin importar cuantas evidencias, cuantas razones hallan detrás de la matemática mal aplicada de nuestras cabezas contaminadas, alcanzamos a dejarnos desgarrar por alguna obra de algún ser, de esos que llaman artistas, con vidas y sueños rotos, que han sabido sortearse a ellos mismos para dejarnos un legado y ayudarnos, aunque sea en la nostalgia, a soñar.
Gracias por el milagro ángeles del arte, locos entre los aburridos... niños entre los hombres.
4 comentarios:
Hermoso... Hermosa esperanza, divina capacidad de ser tan tercos para seguir volando a pesar de todo, loca posibilidad de sonreir un poco más, extraño sentir que nos obliga a no desfallecer.
Me encanta lo que escribes.
Sonríe siempre un poco más.
Por cierto... La imagen de la pequeña y las gomitas está genial... Voy a robármela.
XD... gracias por siempre escuchar, por que se que me escuchas entre lineas y codigos... aproposito, tenemos que ver amelie y, no son gomitas... xime, son FRESAS!
Parecen gomitas de fresa... .-. Es que yo siempre veo las fresas tan grandes... :)
Sí, tenemos que ver Amelie.
Es hermosa... Es mi película favorita... En estos días la veré de nuevo.
¿Tienes idea de lo que me da escuchar la banda sonora o ver las imágenes y escuchar los diálogos en francés?
Aún hay un portátil acomodado con dificultad en unas sillas y está el suelo más cómodo sobre el que jamás me haya acostado... Además de una de las posibles mejores compañías para haber visto un sueño tan hermoso... (Y para haberlo vivido, por supuesto)
Aún están los niños entre los hombres! Sonríe! Sonríe hermanito! Porque tengo que mostrarte algo recién escrito... Porque cruzar el espejo nos muestra las caras y lo que les hacemos...
Pero está, él está. Y tú estás con él... Porque sé que lo cuidas. Así como yo la cuido a ella.
Porque ellos sí pudieron... Ellos sí lograron tomarse de la mano e irse volando a donde pudieran ser felices.
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