Cuántos milagros iluminan los recodos más oscuros del destino. Cuántos
ángeles se desgarran las gargantas
desesperados y se lanzan al abismo por mis sonrisas... y aun así tengo que preguntarles hoy, cuántos de ustedes se han sentido, rodeados de esperanzas, bellezas y alegrías con la inminente necesidad de deshacerse,
consumirse; quemar cada sonrisa para que se lleven con si las
lágrimas que no
vendrían porque tanto extrañan, porque tanto recuerdan...
frenéticos capullos de tabaco
acribillando los pulmones con descargas de ceniza...
horcas de alcohol agarradas de la garganta para ahogar cada segundo sin llegar...
¿A qué más podría yo acudir para deshacerme de mí? Si nada de eso tengo,¿con qué hacerme?... ¿dónde está
después de todo el olvido, consuelo de mis amigos?
1 comentarios:
Olvido...! No sé si esa sea la respuesta... Pero si lo es. ¡Que venga!
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