¨porque el mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero¨ La Maga.

domingo, 31 de julio de 2011

A ese saco echaremos el polvo de los huesos y los gritos más desalmados, en las alforjas solo caben leña y tinta y fuera de ellas, aun en la espalda, solo hilo y la guitarra de siempre, para burlar el frío y para que no se nos olvide cantar cuando el camino se haga largo.

De a pocos, cuando cantas, vas desprendiendo los tendones a mi espalda, desnudando las cuencas donde tejeras de caricias un par de alas bravas, hasta que toda la carne se deshaga y de mí se haga al espectro preciso, y mi asta en tu sonrisa sea perenne alzada como el nombre de un fantasma, que sea yo la voz que no tropieza y el paso firme que se aferra, el escudo que no cede, el peregrino que no cansa. Que sea el patriarca más rebelde y el más infantil de los amanuenses.

Que los gritos que alzaba en mi niñez, le ruego a los silfos de la noche, vuelvan a la vida del reino de los muertos, que andantinos erran entre los distantes astros, para llevarnos lejos, para empujar las velas, encantar los maderos, soplar las hojas, cubrir tu piel en las noches y enseñarle a un alma nueva las maravillas del mundo, sin miedos ni perversiones, porque él, amor mío, él sabrá más que nosotros y él, querida mía, alma toda de la mía, aprenderá a volar antes que gatear y aullará a la par que clama aferrado de tu pecho la esperada llamada, tan sutil, tan serenada: Mamá.

Tinta y leña de las alforjas serán vaciadas, y con ellas nuestros días no serán flagelantes ni sus horas esclavizadas, tendremos siete mil momentos para mantener encendida la hoguera y la vida para derramar la tinta e ir por nueva; los relojes, mi pequeña curiosa, serán tan solo enseres vanidosos, colgados como alhajas a las paredes para que bailen y arrullen cuando sus engranes más viscerales se sientan necesitados de expresión. Todo esto, Niña de siempre, es un sueño y una promesa tambien.

1 comentarios:

Ximena Soto Osorio dijo...

Mientras recogía la madera de la que nuestra casa estará hecha se ha posado el cuervo sobre la apenas imaginada cerca.
Mientras los silfos se preparaban para descender una vez más, me ha murmurado algo y luego se ha marchado.

Cuando hayamos dejado atrás el gris podremos comenzar a pintarlo todo. Que sea el verde el que nos de vida si es el amor el que nos cobija.
Dame tu mano esta noche bajo las estrellas que nadie más puede ver, abrázame esta noche y sella mis labios con un beso para crear un pequeño agujero en este manto de caos que se hace llamar ciudad.

Que cuando él venga nos sonría y que no llore. Que cuando él venga su camino esté cubierto de hojas secas y de verde hierba, no de triste asfalto manchado de sangre injustificada y de lágrimas malgastadas. Que cuando él venga estemos juntos y rodeados de tinta y también de madera, entre sonrisas sinceras y una cálida hoguera.

Mi niño eterno de café, dame tu mano esta noche y vamos ahora a soñar una y mil veces más con nuestro tibio hogar.

Un-aleatory noises

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