No de mucho cuenta extrañar,
pero es lo que más vale,
en este momento, para estar.
La vida me es ajena, pero no por completo.
Extrañar a una sonrisa, al sentir unas alas cerca
No significa ni perder la vida, ni que la tienes de vuelta.
La agonía siempre vivirá entre las noches
Entre las sombras, entre los escombros de tantas melodías
En medio de tantas elegías
a las flores, de bosques enteros, marchitas.
No se pueden recuperar en la soledad, ni en las palabras ahogadas,
una mirada encendida de sueños ni una caricia entre lágrimas perdida….
Ahora…
Saborea conmigo este néctar purpura de la pasión apagada,
de la melancolía agotada,
saborea conmigo esta amarga hora, que resarce los dulzores
de mis historias abandonadas.
Oh pequeño, es que ahora ya no cantas?
Bah… que podría hacer una boca muda cuando no
se recuerda ni como se desangraban las cartas.
Ya pequeño, ándate a dormir,
ya pequeño, déjate dormir…
pero ten cuidado con los sueños…
con ellos, mucho, mucho cuidado.
mira, mira ese dragón, quiere volar. Mira! mira esa serpiente, tiene sus fauces bien abiertas!, ese camino, ese duende como salta! mírala a ella... esta lejos... pero llora! ... corre!
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