tengo patas de perro arrollado y me tambaleo, y me postro, salto y juego... no tan lejos.
tengo cola de perro, y la persigo tan insistentemente que ella ha comenzado a preocuparse y se pregunta por mi salud mental y me dice que debo buscar ayuda, que me estoy haciendo cuerdo.
tengo un hocico... un hocico sucio y muerto, la mandíbula dislocada y el silbido de un trino atorado en el pescuezo.
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