¡ven a mí! amiga propia. ¡ven a mí y devuélveme mi única canción! que son tus negras alas las únicas que desprenden aquel sabio licor que despierta ante las estrellas el del hombre corazón,
que alienta argenteamente su deseo sin temor.
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Un-aleatory noises
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1 comentarios:
¿Somos nosotros los enamorados de la soledad o es ella quién se empeña en coquetear con nuestras almas?
sea cual sea el caso, no deja de ser una musa preciosa.
¡Un abrazo!
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