rezad por mí oh angeles de los cielos,
cantad por mí oh idolos paganos,
al compas de las cadenas de hierro,
rebentando por dentro,
la trsiteza y el ensueño.
apiadate de mi, oh gran padre,
que tu hijo ya no tiene misericordia de si para levantarse.
ni una palabra de perdón llegará a sus ojos,
y yo desfalleceré asi, tranquilito, encarroñado... coco.
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